García Luna, fuente. el imparcial
García Luna, fuente. el imparcial

«Si Calderón no sabía sobre García Luna fue un idiota» con esta frase del siempre irreverente «Jefe» Diego,  se deja en claro que en política no hay lugar para los secretos, ni las omisiones, y tiene toda la razón; si no sabes hasta el mínimo secreto de tu gente más cercana, eres un idiota, o lo sabes y eres un corrupto.

Por supuesto que la intención no es ofender a nadie, pero, en todo caso, a quién o a quiénes se les intentó ver la cara de idiota con los múltiples escándalos de abusos de poder y corrupción en las que estuvo involucrado García Luna, como lo fueron la farsa judicial de Florence Cassez en 2005, cuando en un digno reallity show se presentó su detención, solo para dejarla en libertad en corto tiempo por obvias violaciones al debido proceso y omisiones en el caso; o en 2012, siendo García Luna titular de la Secretaría de Seguridad Pública, cuando se desató una balacera en la Terminal 2 del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, en la que se reconoció que los uniformados involucrados estaban coludidos con los cárteles de narcotráfico para el trasiego de cocaína.

A quién o quiénes quisieron engañar con los fracasos de Guerrero Seguro y Sonora Seguro, o la lista de propuesta a comandantes de la extinta Policía Federal que no pasaron los exámenes de confianza y que no contaban con la preparación académica necesaria y lo lograron.

Quién o quiénes fueron los idiotas detrás del operativo «rápido y furioso» que permitió la entrada de miles de armas de forma ilegal a México, en donde las autoridades estadounidenses acusaron del fracaso a la desorganización institucional en México, y que nos lleva a la pregunta obligada, si esa  desorganización fue voluntaria o involuntaria.

Con la detención de García Luna en Estados Unidos se deja en claro que en México: la política, la corrupción y el abuso están entrelazados, con personajes desde la silla del poder que buscan a quiénes verles la cara de idiotas.

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