A pesar de la ratificación, Lula da Silva permanecerá en libertad hasta agotar sus recursos legales. Foto: Excélsior.

A pesar de la ratificación, Lula da Silva permanecerá en libertad hasta agotar sus recursos legales.

La condena fue dictada por Sérgio Moro, el juez federal que dirigió la investigación del caso «Lava Jato».

La novela de Luiz Inácio Lula da Silva ha dado un giro que si bien muchos habían anticipado, no deja de ser sorpresivo ya que este día, Leandro Paulsen, el segundo de los tres magistrados responsables por el juicio contra el expresidente, también lo consideró culpable de los crímenes de corrupción y lavado de dinero y estuvo de acuerdo en elevarle la pena de nueve a doce años de prisión.

Esta sentencia implica que Lula queda en condición de inelegible para cualquier cargo público, lo que resalta en estos momentos ya que da Silva, líder del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT) puede recurrir para aplazar su ejecución y ganar tiempo en un intento de llegar a unas elecciones en las que todas las encuestas le sitúan como el gran favorito.

La única esperanza de Lula de mantener abierta la posibilidad de sus aspiraciones políticas era que el último de los magistrados lo absolviera, cosa que no pasó. Paulsen, que es presidente de la octava sala del Tribunal Regional Federal de la Cuarta Región, coincidió con el magistrado instructor del proceso, Joao Pedro Gebran, en que la culpabilidad de Lula quedó demostrada.

Por su parte, Lula niega haber cometido irregularidades y argumenta que el juicio en su contra tuvo intereses políticos para menoscabar sus aspiraciones electorales. La condena fue dictada por Sérgio Moro, el juez federal que dirigió la investigación del caso «Lava Jato» y que se ha convertido en una de las figuras más notorias en la política brasileña.

Además de elevar la pena, los tres magistrados coincidieron en que Lula tendrá que cumplir la pena en régimen cerrado y que podrán ordenar su detención cuando la defensa no cuente con más recursos para intentar modificar la condena en segunda instancia.

«Estoy con la tranquilidad de los justos, de los inocentes. Dudo que los jueces que ya me juzgaron y los que van a juzgarme estén tan tranquilos como yo. Yo sé que no cometí ningún delito», volvió a defender en un acto público la semana pasada.

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