Donald Trump sigue impulsando su veto migratorio. Foto: REUTERS/Jonathan Ernst

Luego de meses de bloqueo judicial, Donald Trump ha obtenido una victoria provisional importante sobre sus opositores: la Corte Suprema autorizó al presidente de los Estados Unidos a aplicar su decreto migratorio que  restringe el ingreso de personas de seis países de mayoría musulmana a suelo estadounidense.

El día de ayer, la Corte Suprema decidió por unanimidad aceptar el caso y, mientras lo dictamina, levantará su suspensión y permitirá provisionalmente que se aplique a todos los ciudadanos de Irán, Libia, Somalia, Siria, Sudán y Yemen que no tengan un vínculo de confianza con “una persona o entidad de EEUU”. “Es una clara victoria de nuestra seguridad nacional. Como presidente no puedo autorizar la entrada de quienes nos quieren hacer daño”, afirmó el mandatario.

Pero esta aparente victoria de Trump no ha estado exenta de controversia ya que el presidente dijo que la decisión de la Corte era unánime cuando en realidad fue adoptada per curiam, es decir, atribuible a la instancia en su conjunto y no firmada por un solo juez, como ocurre usualmente cuando el tribunal Supremo de EU da un veredicto.

Este veto suspende durante 120 días y frena por 90 días la concesión de visados a ciudadanos de los países ya mencionados, todos de mayoría musulmana. La admisión del caso del veto en el Tribunal Supremo sólo fue posible luego de la designación del juez Neil Gordsuch, impulsado por Trump.

Ahora sólo le queda al tribunal analizar la legalidad del veto migratorio de Trump en su próximo periodo judicial que comienza el 2 de octubre y termina en junio de 2018. El fallo de este veto volverá a enfrentar a sus opositores y detractores en torno a la temática del vínculo de los migrantes con Estados Unidos.

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