Se caracterizó por su gran talento histriónico, fuerte personalidad, voz grave y llamativa belleza. En algún momento se definió como «mística y frívola».
El mundo del cine está de luto: la francesa Jeanne Moreau ha fallecido. Hablamos de una de las actrices más influyentes del séptimo arte no solo a nivel local sino internacional en los años sesenta e ícono femenino de esa época. Una artista bien valorada por la crítica especializada, gracias a su buen desempeño en la pantalla grande y a la forma valiente y empoderada de manejarse dentro y fuera del mundo del cine.
Moreau ―quien fue catalogada por Orson Wells como «la mejor actriz del mundo»― participó en cintas como La bahía de los ángeles de Jaques Demy; Los amantes y Ascensor para el cadalso de Louis Malle; Diario de una camarera de Luis Buñuel; y Moderato cantábile de Peter Brook. Pero su talento y amor por el cine también la llevó a incursionar como directora en películas como Lumiere y El adolescente. Participó en más de 120 largometrajes a lo largo de su vida artística.
En el año 2008, la Academia francesa le entregó un Súper César para reconocer su dilatada trayectoria de 65 años, y diez años antes recibió un Oscar honorífico por la misma razón. Alguna vez tuvo a bien declarar: «Para mí el cine nunca ha sido una industria. No me importa mi valor en la taquilla». Lo que deja de manifiesto su amor y compromiso por el cine como una forma de arte y expresión creativa.
La actriz fue encontrada sin vida en su casa en París. Sobre la pérdida, el presidente francés, Emmanuel Macron declaró: «Se ha ido una leyenda del cine… apasionada mujer de izquierdas, siempre rebelde tanto ante el orden establecido como ante la rutina».
También incursionó en la escena musical con varios álbumes y en el teatro. Ha sido la única mujer en presidir, en dos ocasiones, el afamado festival de Cannes.
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