Los ocho días sin patrullaje en las calles han provocado al menos 137 muertos, debido a una huelga en la que los policías exigen mejores salarios y condiciones laborares, a pesar de que el gobierno anunció el día sábado que había llegado a un acuerdo con los oficiales, la policía del estado brasileño de Espirito Santo no regresó a trabajar.
La mayor parte de la violencia se ha producido en las zonas pobres de Vitoria, la capital de Espírito Santo, la cual está rodeada de playas y donde tienen una fuerte presencia las industrias petrolera, minera y portuaria.
Fue así como más de 4 mil efectivos para reforzar un despliegue inicial de mil 200 soldados, arribaron el sábado a Vitoria, donde los funcionarios del estado, dijeron que el viernes habían llegado a un acuerdo; sin embargo, los familiares de los oficiales indicaron lo contrario.
Cabe destacar que, entre el viernes y la mañana del sábado, se registraron 20 homicidios en Espírito Santo, siendo Vitoria la ciudad más afectada, con asaltos callejeros a mano armada, saqueos, tiroteos y numerosos robos de autos.
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