El índice de la producción estadounidense bajó de 9 798 millones de barriles diarios a 9 754.
Pese a este dato, desde mediados del año pasado la producción en el país vecino del norte ha mantenido un alza de alrededor del 16 por ciento.
La producción petrolera de Estados Unidos bajo y en los inventarios de crudo comercial apuntalaba las compras, circunstancias que propiciaron que el precio del llamado «oro negro» subiera y alcanzara el nivel más alto desde el 2015.
Otros factores que influyeron en este repunte fueron la alta demanda que se dio en China, los recortes de producción de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y Rusia. Mientras tanto, el petróleo Brent –referente del mercado internacional– subió de cotización, en parte gracias a las mismas condicionantes.
Cabe señalar que desde mayo del 2015 el barril de crudo Brent no alcanzaba los 67 dólares. La tendencia a la alza se empezó a notar desde principios de este año, lo que ha representado un aumento del 17 por ciento.
Si bien a lo largo del año la producción petrolera de Estados Unidos mantuvo un ligero repunte, en la última semana se revirtió esta constante. Situación que hizo fallidos los pronósticos de los especialistas, quienes auguraban que para finales del 2017 la producción diaria de barriles en este país superara los 10 millones.
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