Este lunes, los organizadores del Abierto de Australia informaron que aumentó a 72 el número de tenistas en confinamiento estricto en sus habitaciones de hotel por riesgo de contagio de COVID-19. Sin embargo, destacaron que el encuentro deportivo continúa en pie para febrero.
Los tenistas compartieron un vuelo rumbo a Australia con una persona que resultó positiva al virus, por lo que fueron considerados «casos de contacto» y deberán permanecer dos semanas en cuarentena sin poder salir de sus habitaciones ni siquiera para entrenar.
El sábado pasado se detectaron dos casos positivos en un par de vuelos, uno procedente de Los Ángeles y otro de Abu Dabi, lo que provocó el confinamiento estricto de 47 tenistas.
El domingo se supo de otro caso con origen en Doha, lo que obligó a que las medidas se extendieran a otros 25 tenistas, elevando la cuenta a 72, entre jugadores y jugadoras. Cabe destacar que ninguno de los positivos fueron tenistas, aunque uno de ellos, Sylvain Bruneau, es el entrenador de la campeona del Abierto de Estados Unidos de 2019, la canadiense Bianca Andreescu, séptima jugadora mundial.
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