Como se informó hace unos días, la suspensión de las obras de construcción de la Línea 7 del Metrobús le cuesta un «varote» al gobierno de la Ciudad de México. De a 2 millones y medio de pesos por día, la cuenta ya va en 20 «melones». Bien se podría aplicar eso de que está saliendo más caro el caldo que las albóndigas.
Édgar Tungüí Rodríguez, titular de la Secretaría de Obras y Servicios (Sobse), dio a conocer que si bien las actividades se encuentran suspendidas, los trabajadores siguen cobrando sus salarios, esto se suma a la contratación de la maquinaria y también a los pedidos de material cancelados. Estos tres factores representan el gasto que se hace aun cuando no se está moviendo ni un solo dedo en la construcción. Cabe recordar que Fernando Silva, juez Octavo de Distrito en Materia Administrativa, fue quien ordenó la suspensión de los trabajos que se realizaban sobre la avenida Paseo de la Reforma.
El secretario externó: «Si la suspensión se pudiera liberar en los próximos días no nos afectará todavía significativamente en costo y tiempo; sin embargo, seguimos trabajando de la mano con Consejería Jurídica, Metrobús, Semovi, seguimos con las mesas de trabajo con el INAH». En cuanto al tiempo en el cual el gobierno capitalino podrá seguir solventando este gasto, Tungüí Rodríguez optó por no realizar ningún pronóstico; se limitó a externar que espera que se reinicien los trabajos de construcción lo antes posible.
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