SUSPENSIÓN DE OBRAS DE LA L7 DEL METROBÚS CUESTA «UN OJO DE LA CARA»

La suspensión de las obras de la Línea 7 del Metrobús no sólo retrasan la entrega de la obra y crean disputas entre autoridades «chilangas» y el INAH, sino que también le cuesta al gobierno liderado por Miguel Ángel Mancera Espinosa la escabrosa cantidad de 2.5 millones de «morlacos» al día. Así lo dio a  conocer Édgar Tungüí, secretario de Obras local.

Esta situación le ha costado a las arcas capitalinas cinco millones de pesos y, de seguir el paro en los trabajos de construcción, podrían ser hasta 50 millones los que se tengan que restar a la cuenta del gobierno del otrora «defectuoso». Esta estimación se basa en el hecho de que la audiencia en la que se tratará este tema está programada hasta el próximo cuatro de julio. Esto orillaría a que se le pidiera a la Secretaría de Finanzas una ampliación al presupuesto asignado.

El funcionario capitalino externó que es preciso que el juez federal que determinó la suspensión aclare si se puede continuar con los trabajos en el carril confinado. Esta inquietud, acotó Tungüí, es porque si no se continúa con éstos, es posible que se afecten los otros carriles, banquetas o el concreto de la avenida Paseo de la Reforma.

Sobre la autorización del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), el secretario externó que se está trabajando con algunos de sus representantes y el director general, Diego Prieto; agregó que ya sostuvieron una reunión con ellos en oficinas del propio instituto.

 

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