Además nueve soldados resultaron heridos y solo dos salieron ilesos; fallecieron diez extremistas.
Los centros de seguridad de Afganistán son blancos frecuentes de los ataques talibanes; hace una semana murieron 48 personas –20 eran civiles– tras un atentado en un centro de entrenamiento policial.
Afganistán volvió a vivir una jornada violenta, ahora fue al sur en la provincia de Kandahar donde una base militar fue atacada por un grupo de talibanes. El atentado dejó alrededor de 43 soldados y una decena de extremistas muertos.
Jalid Pashtun, miembro del parlamento de Kandahar, informó que la explosión de dos coches bomba ocurrió aproximadamente a las 2:30 de la madrugada, ambos vehículos se encontraban afuera de las puertas de la base.
Horas más tarde el grupo talibán publicó vía Twitter que en el ataque perecieron 60 personas; sin embargo, es común que manejen cifras superiores a las que son en realidad.
Tras los constantes ataques Estados Unidos y aliados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) meditan la posibilidad de volver a enviar soldados a territorio afgano.
Cabe recordar que el año pasado la cifra de muertos a causa de este tipo de ataques fue de ocho mil policías y soldados, así como alrededor de 14 mil heridos.
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