Justin Trudeau le hizo una llamada al presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, para hablar sobre el nuevo impuesto compensatorio de 24 por ciento a la importación de madera blanda canadiense.
El hecho de que 75 por ciento de las exportaciones de madera canadiense vaya a Estados Unidos y que además de este arancel compensatorio de entre 3.2 por ciento y 24.12 por ciento anunciado ayer se espere uno más en junio próximo de alrededor de 10 por ciento, obligó anoche a Trudeau a llamar a Trump.
De acuerdo con información del gobierno canadiense, Trudeau fue enfático (a pesar de que ya ha habido casos similares): «Rechazamos las acusaciones sin fundamento del Departamento de Comercio y la decisión de imponer injustos aranceles»”.
Los madereros estadounidenses acusan a sus contrapartes canadienses de tener subsidio gubernamental, ya que muchos de los árboles que cortan crecieron en tierras federales, por lo que pagan tarifas muy mínimas a las que pagan ellos en propiedades privadas.
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