Además aseguró que la isla «debería estar orgullosa» por la baja cifra de muertos, que es de 16 personas.
En visita exprés a la isla, Donald Trump no ha desperdiciado la oportunidad de criticar a los habitantes del territorio estadounidense y a su gobierno.
El presidente Donald Trump visitó Puerto Rico luego de que fuera golpeado por el Huracán María el pasado 20 de septiembre. Las condiciones en la isla no son nada prometedoras luego de que el 95% de la red eléctrica quedara inoperante y varios caminos sufrieran severos daños.
El gobernador de la isla, Ricardo Rossello, ha comparado la tragedia con la provocada por el huracán Katrina en Nueva Orleans en 2005 y ha insistido en que Puerto Rico no podrá levantarse sin el auxilio de Estados Unidos.
Sin embargo, Trump ha reprochado los problemas económicos de la isla y la falta de trabajo de sus gobernantes, por lo que las cosas no pintan muy bien para el territorio estadounidense.
En una reunión de Trump con integrantes del gobierno de Puerto Rico el presidente ha comentado «Odio decirlo, pero están arruinando nuestro presupuesto», esto en referencia a la deuda de 73 mil millones de dólares que tiene Puerto Rico y razón por la cual se declaró en quiebra el pasado martes.
Eso sumado a los graves daños causados por el huracán María y, en el punto de vista de Trump, la evidente ineptitud de los mandatarios de la isla, anticipa poco apoyo por parte del gobierno de los Estados Unidos, que se ha dedicado a ensalzar los esfuerzos de la administración por la asistencia a los damnificados sin proponer medidas concretas para la reconstrucción.
Trump es el primer presidente del país que hace una visita oficial a Puerto Rico en medio de una emergencia. Luego de sus declaraciones, Trump viajó en un helicóptero para contemplar las afectaciones en la isla para posteriormente encontrarse con algunas víctimas del huracán. Se espera que abandone la isla a las cinco de la tarde.
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