Se tiene previsto que el traslado de la embajada, de Tel Aviv a Jerusalén, tarde algunos años.
Han sido múltiples las voces a nivel internacional que han advertido que con esta decisión se marca una clara división entra Palestina e Israel.
Jerusalén es la capital de Israel, así lo determinó el presidente estadounidense. Además, Donald Trump acotó que su gobierno cambiará la sede de su embajada de Tel Aviv a la citada ciudad.
«He reconocido que es hora de reconocer oficialmente a Jerusalén como la capital de Israel», externó el mandatario en un discurso pronunciado desde la Casa Blanca. Trump habló sobre esta determinación que se venía postergando: «Aunque presidente anteriores lo convirtieron en una gran promesa de campaña, no la cumplieron. Hoy, yo estoy cumpliendo».
El equipo de trabajo de Trump aseguró que con esta determinación se apuntala a Jerusalén como el centro por excelencia de la fe de los judíos, lo que se fortalece si se toma en cuenta que en esa ciudad se encuentra la sede del gobierno israelí, aliado de las autoridades estadounidenses.
De acuerdo con los especialistas, esta situación podría ser bien recibida por Israel y por los cristianos evangélicos proisraelís, quienes integran de gran manera el electorado de Trump.
Mientras tanto, Benjamin Netanyahu, primer ministro de Israel, calificó como un «hito histórico» la decisión del presidente estadounidense. Además, instó a los demás países que cuentan con embajada en territorio israelí a seguir los pasos de Estados Unidos y cambiar su sede a Jerusalén.
Por otro lado, Hamas, grupo islamista que domina la Franja de Gaza, señaló que esta medida tomada por Trump representa «una agresión flagrante contra los palestinos», por lo que exhortó a los musulmanes y árabes a «aislar» a Israel para ir en contra de los intereses de estadounidenses.
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