El mandatario estadounidense habló de cambiar el funcionamiento del organismo internacional, y busca lograrlo con la implementación de algunas reformas.
Por otro lado, la embajadora de EU advirtió que ya se han agotado todas las opciones para detener a Corea del Norte, por lo que acotó que el asunto se irá al Pentágono.
Gran expectación causó el debut de Donald Trump en las actividades de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), donde el presidente estadounidense se presentó para tratar temas de interés mundial como lo son Irán, los musulmanes en Birmania y, sobre todo, las tensiones con Corea del Norte.
Durante su intervención, el mandatario norteamericano manejó un discurso diplomático pero crítico: «La INU debe centrarse más en la gente y menos en la burocracia». Trump siguió su discurso sobre esta línea y añadió que «en años recientes no ha alcanzado su potencial total debido a la burocracia y la mala administración».
Cabe recordar que durante su campaña, el actual presidente estadounidense se refirió a la ONU como un «club para que la gente se junte, charle y pase un buen rato»; situación que actualmente lo lleva a buscar reducir los fondos que su país –principal financiador de la organización– aporta.
Sobre este tema ya hubo un primer paso: Nikki Haley, embajadora norteamericana ante la ONU, apoyó el recorte al presupuesto de las misiones de paz para este año, el cual ascendió a 600 millones de dólares.
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