El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ha comenzado a tirar las leyes logradas por el expresidente Obama, luego de que firmara una orden ejecutiva con la que se desmantela la política medioambiental, cuyo objetivo era reducir las emisiones contaminantes a la atmósfera.
Dado que el cambio no refleja sus prioridades, el presidente también debate si Estados Unidos debe permanecer en el Acuerdo de París contra el Cambio Climático.
Ahora, será la Agencia de Protección Ambiental la encargada de redactar nuevas regulaciones para las plantas energéticas alimentadas por energías fósiles como el carbón. Los límites actuales habían sido establecidos por Obama, con el objetivo de reducir las emisiones un 30 por ciento para 2030, con respecto a los niveles de 2005.
Según el asesor de la Casa Blanca en temas ambientales, los límites a las emisiones contaminantes impiden la creación de empleo y perjudican a la economía, por ello, el objetivo del decreto de Trump es recuperar la «independencia energética» del país y «no aplicar políticas que pongan en peligro la economía».
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