Como dice la canción, «todo se derrumbó». La relación entre Turquía y Holanda se fracturó cuando autoridades holandesas les negaron la entrada a dos ministros turcos el 11 de marzo pasado. La ruptura la acaba de «oficializar» el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, quien acotó que Holanda acaba de perder un amigo.
Estas declaraciones se dieron después de que se celebraran las elecciones legislativas holandesas, donde resultó triunfador Mark Rutte. El ministro holandés recibió un mensaje del mandatario turco: «Podrás haber terminado siendo el partido más votado en las elecciones, pero deberías saber que has perdido a Turquía como amigo».
Alemania, Austria, Suiza y Suecia cuentan con una importante presencia de ciudadanos turcos, igual que Holanda. Y estos países también han suspendido y prohibido algunos actos de políticos turcos en el marco de la campaña del referéndum.
El próximo 16 de abril, Turquía celebrará un referéndum sobre la reforma constitucional, el cual busca establecer un sistema presidencialista con más poderes para el actual jefe de Estado, por lo que Erdogan espera que el gran número de migrantes turcos distribuidos por Europa lo ayude a conseguir la victoria.
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