El gobierno de Israel aseguró que no se trataba de una manifestación sino de una «actividad terrorista».
El presidente de Palestina aseveró que Israel es el responsable de la violencia desatada en la jornada; por otro lado Benjamín Netanyahu, primer ministro israelí, felicitó a los soldados por proteger la soberanía nacional y a los ciudadanos.
Una tragedia es lo que ha ocurrido en Palestina. La Gran Marcha del Retorno terminó por ser una masacre: 16 muertos y casi 1 500 heridos, 20 en estado grave. Por otro lado, en la frontera entre Israel y Gaza, 13 jóvenes palestinos fueron heridos por tropas israelitas. Debido a estos sucesos Mahmud Abbas, presidente palestino, llamó a celebrar hoy una jornada de huelga y luto nacional.
La prensa local informó que de los alrededor de 1 400 heridos, 800 fueron por impacto de bala y 600 por inhalación de gases. El ejército de Israel aseguró que hubo 30 mil personas en la manifestación, sin embargo, fuentes de Palestina indicaron que fueron 40 mil. La multitud se manifestó en los funerales de los 16 ciudadanos muertos el viernes pasado por el fuego israelí.
Ante esta jornada violenta Abbas solicitó ayuda a la comunidad internacional, acotó que es necesario que se proteja al pueblo de Palestina. Tras la solicitud del presidente de parar actividades, en Gaza, el este de Jerusalén y Cisjordania se mantuvieron cerradas escuelas, instituciones públicas y negocios.
Ronen Manelis, general brigadier israelí, externó que mientras las protestas sigan no tendrán «otra opción que reaccionar también dentro de la Franja de Gaza»; además, refirió lo siguiente: «no permitiremos una entrada masiva en nuestro territorio».
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