«La cercanía con la gente, permite construir muchas cosas»: Gabriel Escamilla
Con la lectura como único hábito para luchar contra el encierro en casa, Gabriel Escamilla nunca se imaginó que la radio lo premiaría como hasta ahora lo ha hecho. Quién diría que aquel joven estudiante de computación, oriundo de Huauchinango, Puebla, tendría que aprender magia y a tocar guitarra en camiones para poder solventar sus estudios y necesidades.
En entrevista para Hoy Novedades, Gabriel Escamilla nos habló del miedo que representaba para él subirse por vez primera a un camión, para dar la cara a la gente, interpretar melodías y esperar algo más que una sonrisa a cambio. Nos relató que fue así como pudo perder el miedo a hablar en público y, sobre todo, a hablar frente a un micrófono.
También multiinstrumentista, nos comentó que toca, además de la guitarra y el teclado; la batería, el bajo y el requinto, instrumentos que, junto con el canto, lo llevaron a participar en estudiantinas y rondallas. Estas experiencias musicales le ayudaron en el camino para aprender a modular su voz al estar en la cabina de locución, lo que le permite exponer un sello propio que la audiencia reconoce.
Así mismo, comentó que su primer acercamiento con el género regional mexicano fue cuando, luego de trabajar como locutor descansero, fue contratado en una estación que programaba únicamente música bohemia, misma que se convirtió en su mejor aliada, al estar rodeada de gente franca, desinteresada y con la cual se da un contacto más íntimo.
Aunque nunca fue su intención incursionar en la radio, saltó de un medio a otro en muy poco tiempo, teniendo hasta cinco cargos en un año, siendo el último el de director artístico en La Z. ¿Cuál fue su secreto? Hacer programas de radio con mayor interacción del público, de esta manera, rompió con los formatos tradicionales y aumentó su número de radioescuchas.
En cuanto a su espacio radiofónico, Noches de Bohemia, nos dijo que tiene su base en los discos de poemas que logró grabar derivado de la experiencia adquirida a lo largo de su trayectoria artística, desde que cantaba en los camiones, hasta que pudo incursionar en la locución.
Noches de Bohemia, comentó, surgió de su interés por el entorno de la música regional, el cual le pareció interesante y, de inmediato, buscó trasladarlo a las cabinas de radio. Señaló que la radio lo ha dotado de grandes vivencias, las cuales serán inmortalizadas en un libro, en el que se encuentra trabajando y se espera vea la luz en los siguientes meses.
En este sentido, añadió que son la cercanía con la gente y las anécdotas que le ha regalado la radio, lo que le permitió valorar el compromiso que se tiene como medio de comunicación y como locutor, ya que «se pueden construir muchas cosas, pero también destruirlas».
En este sentido, su acercamiento a las personas es tal que únicamente programa canciones que le gustan a la audiencia y, justamente con esa intención, es que modifica su set musical de acuerdo a la opinión de los radioescuchas.
«Una sonrisa dice más que mil palabras», es la frase que ha adoptado como punto de partida para su vida; misma que comparte con la audiencia, procurando ser siempre positivo, brindando entretenimiento y, ante todo, que la gente se sienta y se permita ser exitosa. Por último, aseguró que muchas veces ha sentido las ganas de descansar, sin embargo, los proyectos emprendidos y por emprender, lo motivan a continuar trasmitiendo mensajes positivos.
Convencido de que aún le faltan muchas cosas por conquistar, señaló que espera emular a sus padres, quienes se mantienen siempre activos, siendo esto, motivo para continuar reinventándose, aprendiendo y buscando nuevas formas de crecimiento.
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