La historia de México cuenta con un gran número de personajes que la escribieron. Hoy ocupa este espacio un hombre que pasó del cielo al infierno: en una batalla contra los franceses perdió una pierna liderando al ejército mexicano, situación que lo posicionó como héroe nacional; no obstante, tiempo después fue uno de los responsables de la pérdida de territorio a manos de Estados Unidos, con una indemnización de por medio.
Hablamos de Antonio López de Santa Anna. Su destitución como Comandante del Ejército y titular del Poder Ejecutivo se realizó el 1 de marzo de 1854. Un suceso que marcó la historia de México, puesto que también fueron dados de baja del gobierno algunos funcionarios que traicionaron al país.
Se trata del llamado Plan de Ayutla, del cual hoy se cumplen 163 años de su promulgación. Ignacio Comonfort, Diego Álvarez, Rafael Benavides, Tomás Moreno y Trinidad Gómez se dieron a la tarea de redactar un documento en el que se tomó la determinación de destituir a Santa Anna.
Guerrero y Michoacán, entre otras entidades, principalmente, las del sur, se unieron a este plan. Posteriormente se eligió a un nuevo presidente mediante votaciones en las que participaron un representante por estado. Todo esto derivó en la formación del Congreso Constituyente que en 1857 promulgaría la Constitución.
Así terminó la vida política de Antonio de Padua María Severino López de Santa Anna y Pérez de Lebrón, un hombre que tuvo la puntada de organizar una ceremonia en honor a su extremidad perdida para después mandar a ponerla en una urna de cristal que recorrió las calles de la capital. Un político que es definido como «nuestro mejor vendedor» por Óscar Chávez.
HOY NOVEDADES/NACIONAL