Sinaloa atraviesa una crisis sin precedentes al cumplir 80 días de narcoguerra entre dos facciones del Cártel de Sinaloa. Desde el 9 de septiembre, cuando los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán traicionaron a Ismael “El Mayo” Zambada entregándolo al gobierno de Estados Unidos, la violencia en la entidad ha escalado considerablemente.
Un saldo alarmante
En poco más de dos meses, el estado gobernado por el morenista Rubén Rocha Moya ha registrado casi 500 homicidios, 440 secuestros o levantones, y más de 1,200 robos de vehículos. Los enfrentamientos entre las facciones rivales no solo han incrementado las cifras de homicidios, sino también han afectado directamente a la población, con ataques a domicilios, restaurantes y clínicas, además de cuerpos abandonados en la vía pública.
Ataques recientes: incendios y asesinatos
En las últimas 24 horas, la violencia dejó 13 homicidios y varios ataques a negocios y establecimientos públicos:
- En el suburbio Isla Musala, al oriente de Culiacán, un grupo armado incendió una sucursal del restaurante Ranch Roll. Aunque bomberos acudieron para sofocar el incendio, disparos al aire los obligaron a retirarse.
- Otro restaurante de la misma cadena fue atacado a balazos en Tres Ríos, dejando vehículos dañados y afectando la fachada del lugar.
- Una clínica privada en el fraccionamiento Alameda también fue blanco de disparos con rifles AK-47, aunque no se reportaron heridos ni muertos.
- En la colonia Ferrocarrilera, un enfrentamiento entre grupos armados dejó cuatro muertos y cuatro heridos.
- En Costa Rica, dos hombres fueron encontrados carbonizados cerca de la autopista Culiacán-Mazatlán.
Impacto social y económico
La violencia ha generado pánico permanente entre la población. Las actividades sociales y económicas están casi paralizadas, y las pérdidas económicas son incuantificables. En el ámbito educativo, las clases han sido suspendidas en gran parte de Culiacán, con apenas un 30% de asistencia en las 992 escuelas de niveles básico, medio superior y superior.
Seguridad insuficiente
A pesar del despliegue de 2,800 soldados del Ejército, los esfuerzos han sido insuficientes para frenar la espiral de violencia. La sociedad sinaloense exige medidas contundentes mientras la narcoguerra sigue causando estragos en la región.
Con información de medios.
KJCS