Cerca de 40 mil migrantes menores de edad son repatriados todos los años desde E.U.
Abre Sonora el primer albergue para migrantes menores de edad

Cerca de 40 mil migrantes menores de edad son repatriados todos los años desde E.U.

Con una inversión de 25 millones de pesos, está listo el albergue Tin Otoch, dedicado a los niños y jóvenes migrantes de México y Centroamérica.

En compañía del director del Sistema Estatal para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), Jesús Naime Libién, la gobernadora de Sonora, Claudia Pavlovich, inauguró el primer albergue del país, dedicado al cuidado y la atención de los pequeños inmigrantes que año con año viajan con sus padres, o solos, a través de México para alcanzar el «sueño americano».

Pavlovich habló de una inversión de 25 millones de pesos, casi tres de ellos aportados por el gobierno federal, para la construcción y mantenimiento del albergue Tin Otoch, «Mi Casa» en lengua Maya, pues afirmó cumple con todos les estándares internacionales de calidad y protección para los migrantes menores de edad, muchos de ellos viajeros de distintas partes del país y el extranjero.

Por su ubicación geográfica, el gobierno de Sonora consideró necesaria la construcción de un albergue con estas características, misma que inició en agosto del año pasado y tendrá una capacidad suficiente para recibir a 100 jóvenes, niños y niñas, toda vez que se reconoce a este sector como uno de los más vulnerables en sus viajes hacia Estados Unidos.

Cada año, de acuerdo a los datos del Instituto Nacional de Migración (INM), cerca de 40 mil menores fueron repatriados desde E.U, de los cuales 18 mil viajaban solos, al mismo tiempo, más de 5 mil niños son repatriados, desde México, hasta diferentes puntos de centro y Sudamérica. No obstante, las recientes denuncias por abusos sexuales en albergues del sur de E.U contra migrantes menores de edad, los ponen en una situación aún más vulnerable.

Al respecto, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF México) reconoce diferentes causas, entre ellas, un deseo por alcanzar a sus familiares (padres principalmente) radicados en Estados Unidos, para mejorar su calidad de vida (muchos de ellos terminan quedándose en otros lugares de México) y para escapar de la violencia familiar que sufren en la gran mayoría de los casos.

Para ello, el centro Tin Otoch cuenta con salas de entretenimiento, atención médica, canchas deportivas, dormitorios, baños, comedor, todo para «que los niños que entran aquí en una situación de desgracia, salgan con un futuro prometedor, que sean respetados y dignificados como todo ser humano merece», mencionó Pavlovich en la inauguración del primer albergue de su tipo en el norte del país.

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