El presidente de Estado Unidos, Joe Biden, y el de Rusia, Vladimir Putin, celebraron su primera cumbre, la cual, a pesar de ser notoriamente tensa, fue calificado por ambos como «constructiva» y «positiva».
Ambos mandatarios aceptaron que hubo algunos desacuerdos, pero todo se manejó en una atmósfera profesional durante un diálogo de cuatro horas, aunque los mandatarios sólo hablaron dos de ellas frente a frente.
Respecto a esto, Biden aclaró que no hubo necesidad de invertir más tiempo, además de que hubo un interés mutuo por mejorar las relaciones entre sus países.
Aunque tanto Washington como Moscú aceptaron que sus relaciones diplomáticas estaban en su punto más bajo, se acordó restituir a los embajadores en las respectivas capitales.
Asimismo, Putin habló sobre un posible acuerdo para intercambiar prisioneros, asegurando que creía que ambas partes podían ceder y discutir estrategias de seguridad conjuntas.
Ambas partes acordaron iniciar un diálogo sobre el control de armas nucleares, además de que Biden expresó que Putin se mostró abierto a ayudar a Estados Unidos para que Irán no adquiriera más armas nucleares y luchar contra el terrorismo en Afganistán.
Sobre la ciberseguridad, tanto Rusia como EE. UU. dijeron que se conformará un grupo de trabajo para desarrollar un entendimiento específico sobre los ataques cibernéticos y abordar la problemática según cada caso.
Por otro lado, fue este tema el que causó más polémica, ya que mientras Estados Unidos sostiene que Rusia es quien incurre en el ciberespionaje y ha encubierto a criminales que han atacado infraestructura estadounidense y han reclamado rescates, por su lado, Putin sugirió que la mayoría de los ataques en el ciberespacio provienen de EE.UU. y de otros países.
Otro punto de tensión fue cuando a Putin se le preguntó sobre las restricciones en las libertades políticas en Rusia, pues el mandatario comentó que EE. UU. actuó de forma represiva contra los manifestantes que tomaron el Capitolio el pasado 6 de enero, asegurando que no quería que ese tipo de caos se desatara en Rusia.
Según Putin, EE.UU. está silenciando a disidentes y arrestando a «terroristas de casa» con penas elevadas de cárcel.
Sin embargo, Biden contestó que era una «comparación ridícula», ya que opinó que mientras el Capitolio fue invadido por delincuentes, «en Rusia hay personas intentando manifestarse de manera pacífica que no tienen permitido hablar libremente», dijo.
Sobre el destino del líder opositor ruso, Alexei Navalny, quien cumple una pena de prisión de dos años y medio y lleva más de 20 días en huelga de hambre, el presidente Biden recalcó que habría «consecuencias devastadoras» para Rusia si Navalny moría en la cárcel.
Navalny sostiene que fue envenenado con un agente nervioso por órdenes de Putin, una acusación que este niega.
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