Gran Bretaña, Estados Unidos y Canadá acusaron a Rusia de tratar de robar información de los investigadores que buscan una vacuna contra el Covid-19. Señalan que el grupo de hackers APT29, que se cree forma parte del servicio de inteligencia ruso, está atacando las instituciones de investigación académicas y farmacéuticas que tratan de crear la vacuna.
Sin embargo, se cree que los ataques no son para detener la investigación, sino para robar información. Incluso, el Centro Nacional de Ciberseguridad dijo que no estaba comprometida la información confidencial de individuos.
Por su parte, Washington dice que el grupo de hackers son los mismos que penetraron en la red informática del Comité Nacional Demócrata y robaron correos electrónicos antes de la elección de 2016.
Hasta el momento no se sabe si Vladimir Putin, presidente de Rusia, estaba al tanto del hackeo.
No es la primera vez que EE. UU. acusa a otras naciones de delitos similares. El director del FBI, Chris Wray, dijo la semana pasada que «en este preciso instante China trata de atacar organizaciones de atención sanitaria, compañías farmacéuticas e instituciones académicas estadunidenses que realizan investigaciones esenciales sobre el Covid-19».
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