ADIÓS TITANIC: A 105 AÑOS DE SU HUNDIMIENTO. FOTO: HISTORY

Este 15 de abril se cumplen 105 años del hundimiento del trasatlántico RMS Titanic, el cual zarpó del puerto de Southampton en Inglaterra, el día 10 de abril de 1912  y se dirigía a Estados Unidos; sin embargo, la embarcación se topó con un enorme iceberg la noche del 14 de abril a unos 600 kilómetros de la isla de Terranova; la colisión abrió varias planchas del casco en su lado de estribor, bajo la línea de flotación, por lo que el agua marina comenzó a entrar dentro de la nave, lo que horas más tarde derivaría en uno de los mayores naufragios en la historia, ocurridos en tiempos de paz, ya que aquella madrugada murieron 1514 personas de los 2223 pasajeros que viajaban a bordo.

La historia, que por obvias razones causó revuelo a nivel mundial, se popularizó aún más con la película estadounidense del director James Cameron en 1997, la cual protagonizaron Leonardo Di Caprio y Kate Winslet, que se enfocaba más en una historia de amor entre estos dos, que en el mismo hundimiento del Titanic.

Aunque, cabe destacar que en el filme se hace mención a que en la embarcación sólo se contaba con botes salvavidas para 1178 pasajeros, poco más de la mitad de los que iban a bordo, debido a las obsoletas normas de seguridad de la época, hay datos interesantes de los que no se hizo mención en la cinta.

Una de esas historias es la de las hermanas españolas Florentina y Asunción Durán, sobrevivientes al naufragio, que el periodista Nacho Montero relata en su libro Los Diez del Titanic, donde narra que, a pocos minutos del hundimiento del barco, el bote número 12 se encontraba a un cuarto de milla del lugar del siniestro, y a pesar de que iba al tope de su capacidad, muchas personas luchaban desde las gélidas aguas para subir a la embarcación y no morir congeladas, pero los oficiales sabían que el peso excesivo podía hundir las pequeñas embarcaciones, por lo que dispararon a muchos pasajeros para mantenerlos dentro del océano e incluso utilizaron un hacha para cortar la mano de uno de ellos.

De acuerdo con el libro de dicho autor, el Titanic contaba con una gigantesca antena de radiotelegrafía, con una altura de 75 metros, situada entre los dos mástiles, que permitía al barco contactar con puntos ubicados al otro lado del océano, algo muy avanzado para la época. Días antes de la tragedia, se realizó una prueba, desde la sala de radio del trasatlántico se envió un mensaje que fue respondido por la estación costera de Tenerife, en España, a 3 mil 700 kilómetros de distancia de la nave. No obstante, esta medida no fue suficiente para evitar la catástrofe más conocida del siglo XX.

HOY NOVEDADES/VIDEOTECA