Francia no descarta declarar Estado de emergencia
Manifestantes vandalizaron el Arco del Triunfo en París.
La última protesta de los denominados «chalecos amarillos» ha llevado al presidente de Francia, Emmanuel Macron, a considerar la declaración de Estado de emergencia, si no se detienen las protestas y continúan provocando severas afectaciones a la población, inmuebles históricos y enfrentamientos con las autoridades.
Durante los últimos tres fines de semana, diversos grupos de manifestantes han tomado las principales ciudades de Francia, para protestar contra diversas políticas de su gobierno, sin embargo, todas ellas iniciaron con las protestas por los aumentos al costo de los combustibles, especialmente el del diésel.
Así, mientras el presidente se encontraba en Argentina, en la cumbre del G-20, diversos cortes carreteros provocaron caos, accidentes y la muerte de una persona, según informó el portavoz del Gobierno, Benjamin Griveaux, quien catalogó a los incidentes como los más graves de la última década y llamó a tomar medidas urgentes para que no se vuelvan a repetir.
Cabe destacar que durante la última jornada de protestas, algunos grupos de «provocadores» incendiaron automóviles, negocios y realizaron diversas provocaciones a la policía, lo cual terminó en enfrentamientos con cientos de heridos y detenidos.
De acuerdo a la información de las autoridades, durante las últimas manifestaciones se registró a 133 personas heridas y 412 detenidas, sin embargo, el Ministro del Interior, Christophe Castaner, confirmó la falta de efectividad en los operativos de seguridad, esto debido al enfrentamiento con grupos «extremadamente violentos».
Tras la llegada de Macron a París, el mandatario visitó el Arco del Triunfo para determinar la gravedad de los desperfectos, originados durante las manifestaciones, al inmueble histórico: pinturas, latas de cerveza, basura, la estatua de Marianne destrozada y diversos desperfectos ocasionados en la tienda del museo, son solo algunos de los desmanes en el lugar.
Ante ello, el Gobierno francés afirmó «no descartar nada» para detener las protestas y la violencia que las acompaña. «Hay que pensar en todas las medidas que podamos tomar para evitar que este tipo de gravísimas manifestaciones de violencia en la vía pública se reproduzcan, mencionó Griveaux.
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