Equipo antimotines en llamas afuera del penal de Cadereyta. Foto: Proceso.

Ahora suman 18 reos fallecidos.

La CIDH exigió al gobierno del estado una investigación seria sobre los hechos.

El motín que hubo en el penal de Cadereyta, Nuevo León, y que había dejado 17 reos fallecidos, cobró ya una víctima más ya que ahora son 18 los muertos a raíz del enfrentamiento en el centro penitenciario al confirmarse la muerte de Ricardo Ramírez Velazco, de 48 años de edad, quien falleció por lesiones intraabdominales.

La muerte de Ramírez Velazco fue ocasionada por proyectiles de arma de fuego con lo cual, de acuerdo con la versión oficial, al menos tres de las víctimas habrían muerto por el uso de «fuerza letal», es decir, a balazos.

Esta estrategia usada por elementos policiales ocasionó que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) exigió al gobierno de Nuevo León una investigación seria, imparcial, efectiva y abierta al escrutinio público para esclarecer y sancionar la muerte de los internos que murieron durante el motín en el penal.

En la relatoría de hechos, la CIDH señaló que el Estado de Nuevo León, que administra el penal ubicado a 30 kilómetros al oriente de la capital, alegó que utilizó la fuerza letal para rescatar a tres custodios que estaban secuestrados y que iban a ser arrojados al vacío desde la azotea de un dormitorio.

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