En vida, Chucho Reyes tuvo exposiciones en el extranjero, en lugares como Barcelona, Nueva York y Londres.
José Guadalupe Posada, José Clemente Orozco, Georges Rouautl y Marc Chagall fueron algunas de las principales influencias del artista jalisciense.
Hace poco más de cuatro décadas falleció José de Jesús Benjamín Buenaventura Reyes Ferreira, un artista que se desempeñó como escultor, pintor, anticuario, grabador y anticuario. Mejor conocido como Chucho Reyes, este mexicano impresionó al mismísimo Pablo Picasso, quien quedó sorprendido por la «frescura» con la que trabajaba el oriundo de Guadalajara.
Para recordarlo el Museo del Palacio de Bellas Artes ha montado la exposición Chucho Reyes, la fiesta de color. Se trata de una exhibición dividida en cuatro apartados: Color y materialidad, Influencias y enseñanzas, Muerte y bestiario y Lo místico y lo profano. La muestra está conformada por 75 piezas provenientes de 33 colecciones.
Chucho Reyes inició dese temprana edad en el mundo del arte, lo que le permitió adentrarse de lleno en la creación y llegar a ser uno de los artistas más reconocidos del siglo XX. Miguel Ángel Fernández, director del recinto que alberga la exposición, declaró: «Juan Coronel comenta en su artículo del catálogo que está presente en la exposición, que los colores que Chucho Reyes utiliza realmente forman parte de una teoría del color, y qué curiosos que eso lo diga Coronel, porque tuvo un gran diálogo e influencia de artistas como Mathias Goeritz (escultor) o Luis Barragán (arquitecto)».
Fernández habló sobre la sociedad artística que Chucho Ramírez mantuvo con ambos personajes. Por ejemplo en las Torres de Satélite, que fueron un proyecto a cargo de Goeritz y Barragán, el artista jalisciense tuvo mucha influencia en el uso de colores que se le dio a las esculturas que integran esta obra, señaló.
«Para mostrar a un Chucho Reyes en todas sus perspectivas, la exposición se dividió en cuatro secciones temáticas», apuntó el director del museo, quien agregó que con esta característica se pretende lograr «una visión mucho más integral de todo el repertorio visual» de su obra que se desarrolló a los largo de cinco décadas.
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