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El proceso para nombrar un sucesor inicia la siguiente semana.  

La primera ministra aseguró haber «hecho todo lo posible» por acordar el Brexit pero reconoció que no tuvo la capacidad necesaria.  

En junio de 2016 los habitantes del Reino Unido votaron en el referéndum y decidieron abandonar la Unión Europea (UE); un mes después Theresa May deja el cargo como ministra británica de Interior y se convierte en primera ministra en sustitución de David Cameron. Desde ese momento May se encargó de negociar el Brexit con Bruselas, algo que no pudo hacer.

Y es que la primera ministra británica necesitaba el respaldo del Parlamento, quien en ningún momento aprobó los términos acordados por May con los diputados de la UE. «Lo intenté tres veces (…) creo que era correcto preservar incluso cuando las posibilidades de fracasar parecían altas, pero ahora me parece claro que en el interés del país es mejor que un nuevo primer ministro lidere ese esfuerzo», aseveró con voz quebrada.

May, quien estuvo al borde de las lágrimas, aseguró que no fue «capaz» y anunció que renunciará «como líder del Partido Conservador el viernes 7 de junio». La funcionaria emitió su discurso en Downing Steet, calle londinense donde se ubica su residencia oficial.

De esta forma, el Brexit continúa con incertidumbre y el riesgo de no concretar una salida negociada de la UE crece aún más.  El sucesor de May deberá ser nombrado antes del 20 de julio, fecha en la que inicia el receso en el Parlamento; el procedimiento iniciará la próxima semana.

Cabe señalar que Boris Johnson, ex ministro de Relaciones Exteriores, ha sido el único que ha manifestado sus intenciones de postularse al cargo; Johnson apuesta por seguir con el Brexit y abandonar la UE.

 

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