Un grupo de investigadores del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD) en Hermosillo estudian los procesos genéticos relacionados con los factores que regulan la maduración del mango, a fin de poder ayudarle a alargar su vida de en los anaqueles. Porque este fruto perecedero de gran consumo, el cual llega a esta entidad de diversas regiones tropicales y subtropicales de México.
Ana Paulina Sortillón Sortillón, química bióloga clínica egresada Departamento de Ciencias Químico Biológicas de la Universidad de Sonora, es la encargada de dirigir este trabajo, con la asesoría de María Auxiliadora Islas Osuna, investigadora adscrita a la Coordinación de Alimentos de origen vegetal del CIAD. Ambas dieron a conocer que el trabajo también comprende diferentes aspectos del manejo pos cosecha del mango, tanto en la unidades del CIAD local, como la de Culiacán.
Igualmente advirtieron que en el enfoque del estudio investigan la expresión de los genes del fruto, especialmente aquellos relacionados con los aspectos de calidad, como su color, sabor, olor e incluso tratan de conocer qué es lo que regular y controla su proceso de maduración. También informaron que en colaboración con investigadores de Estados Unidos y de diversas entidades del país, obtuvieron el conjunto de genes expresados en mango verde, maduro y aquellos que se les da tratamiento hidrotérmico previo a su exportación y distribución en México.
Por esto, acotaron que cuentan con una colección de esos genes, que se expresan de manera particular en la pulpa de mago. Asimismo, dijeron que el estudio servirá para ayudar a controlar los aspectos ambientales y plagas que afectan la etapa de cultivo del mango, que merman su desarrollo y producción.
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