Los sicarios iban por Víctor Alegría.
Segob dice que su homicidio no significa que el Mecanismo para la Protección de Defensores de Derechos Humanos y Periodistas haya fracasado.
Los sicarios que privaron de la vida al periodista Cándido Ríos en Veracruz no iban por él, Sino por Víctor Acrelio Alegría, a quienes agentes de investigación ubican como jefe de plaza, operador financiero de Los Zetas y objetivo prioritario del Grupo de Seguridad de la entidad; así lo informó el subsecretario de Gobernación, Roberto Campa Cifrián.
De acuerdo con los informantes, y como lo rescata Milenio: «otra de las víctimas, Hilario Jiménez Jiménez, era policía municipal, y ofrecía labores de escolta, mientras que el cuarto caído en el episodio, Andrés Grajales Montero, se dedicaba al abigeato, al robo de combustible y a la distribución de droga de ese cártel».
Al respecto de este caso, Roberto Campa Cifrián, subsecretario de Derechos Humanos de Segob, descartó que el homicidio del reportero signifique el fracaso del Mecanismo para la Protección de Defensores de Derechos Humanos y Periodistas al que el reportero estaba inscrito desde 2012, ya que él no era el objetivo del ataque.
El funcionario detalló que como parte del esquema de protección con el que el reportero contaba, su domicilio tenía seis cámaras, chapas de seguridad y botón de pánico, pero insistió que el homicidio no tuvo nada que ver con el análisis de riesgo del periodista, sino con las otras personas que perdieron la vida.
HOY NOVEDADES/MI MÉXICO