El gobierno de Donald Trump doblegó al presidente de Colombia, Gustavo Petro, tras un enfrentamiento diplomático sobre la aceptación de vuelos con migrantes deportados desde Estados Unidos. En menos de 18 horas, Petro cedió ante las presiones, aceptando los términos impuestos por la administración estadounidense.
El origen del conflicto
El desacuerdo comenzó cuando el presidente Petro desautorizó el aterrizaje de dos aviones militares que transportaban a migrantes deportados a Colombia, argumentando que los deportados debían ser tratados con dignidad y no ser trasladados en aviones militares.
La reacción de Trump fue inmediata, anunciando la imposición de aranceles del 25 al 50 por ciento a los bienes colombianos exportados a Estados Unidos. Además, ordenó la revocación inmediata de visas para funcionarios y aliados del gobierno colombiano.
“¡No permitiremos que el gobierno colombiano viole sus obligaciones en relación con la aceptación y el retorno de los criminales que forzaron a entrar a Estados Unidos!”, declaró Trump.
Petro responde, pero cede ante las presiones
Petro intentó contrarrestar con un anuncio de aranceles del 25 por ciento a las importaciones estadounidenses y la amenaza de elevarlos al 50 por ciento. También publicó un video que mostraba supuestos abusos en el tratamiento de migrantes deportados a Brasil, quienes habrían sido esposados y encadenados.
Sin embargo, la Secretaría de Estado de Estados Unidos, encabezada por Marco Rubio, afirmó que Petro había autorizado previamente los vuelos y luego los canceló mientras los aviones estaban en el aire. Ante las represalias económicas y diplomáticas, el gobierno colombiano accedió a los términos de Trump.
Resolución del conflicto
Por la noche, la vocera de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, confirmó que Colombia aceptó la recepción sin restricciones de todos los deportados, incluidos aquellos trasladados en aviones militares estadounidenses. A pesar de ello, Trump decidió mantener las restricciones de visas y aumentar las inspecciones aduaneras de bienes colombianos.
El canciller colombiano, Luis Gilberto Murillo, reconoció el acuerdo, señalando que se había superado el “impasse” entre ambas naciones. Este episodio demuestra la fuerza de las medidas económicas como herramienta de presión diplomática y la fragilidad de las relaciones bilaterales entre Colombia y Estados Unidos bajo los actuales gobiernos.
Con información de medios.
KJCS