Se viene la temporada de vientos en distintas ciudades del país, por ello, durante los últimos días de febrero y todo el mes de marzo, los productores de papalotes de Temoaya salen a los mercados, tianguis y plazas a vender sus productos artesanales. Cabe destacar que el papalote se encuentra en peligro de extinguirse, ya que algunas empresas chinas han ido ganado terreno en el país.
En este municipio del Estado de México, hacer papalotes es una de las principales actividades para la economía familiar. Este juguete mexicano tiene su historia y su proceso.
Para realizar este juguete, no se necesita más que papel china, tela y hule. el proceso inicia con el armado del esqueleto, que está hecho de madera muy delgada. Luego se continúa con el corte del hule o la tela que se usa en forma de diferentes figuras. Cuando se tiene eso listo, se comienza a coser el hule o tela al esqueleto de madera. Al final, se colocan los popotes y los ojillos que sirven como decoración a los papalotes.
Su producto, pese a que ha sido copiado por los comerciantes chinos, continúa siendo un juguete mexicano que miles de familias aún compran para pasar largas horas de diversión. Abel reconoce que este producto es 100 por ciento mexicano.
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