El Códice Maya de México es el único en su tipo en nuestro país.
Existen cuatro códices pertenecientes a la cultura Maya, solo uno de ellos está en México.
Tras más de cinco décadas de incertidumbre, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) reconoció la legitimidad del Códice Grolier, perteneciente a la cultura Maya y perteneciente a la época prehispánica, con lo que se convierte en el manuscrito mesoamericano de mayor antigüedad, hasta ahora descubierto.
Encontrado en la década de los 60´s, el Códice causó un gran interés entre varios especialistas, quienes consideraron que podría tratarse de un documento falso, escrito sobre un material prehispánico, utilizando técnicas y herramientas propias de la cultura Maya, Sin embargo, su exposición en una de las vitrinas más importantes del mundo, Nueva York, provocó que su popularidad creciera y los estudios para verificar su autenticidad aumentaran, los otros tres reconocidos como auténticos son los códices mayas de Madrid, el Dresde y el de París.
El documento consta de 10 pliegos de aproximadamente 12.5 centímetros de largo, aunque los especialistas sugieren que pudo pertenecer a un conjunto de 20 pliegos totales, todos ellos soportados por tres capas de papel amate. De acuerdo a los estudios que se le han realizado con radiocarbono, se consideró que puede tratarse de un códice de los años 1021 a 1154 aproximadamente.
El documento, refiere el INAH, llegó a las manos de coleccionista de antigüedades Josué Sáenz, quien en 1974 escribió al entonces director del Museo Nacional de Antropología (MNA) que había recibido una llamada telefónica de quien aseguraba tener un «libro con dibujos de los antiguos», se trataba del Códice Grolier, ahora llamado Códice Maya de México.
El #INAH te invita a la transmisión en vivo, desde el Auditorio Fray Bernardino de Sahagún en el @MNA_inah #CDMX de la Mesa 1 “Antecedentes Históricos y Materialidad del #códice #maya de México, antes Grolier” Sintonízanos en punto de las 4:00 pm. Link: https://t.co/sODPjvONLf pic.twitter.com/nKGTiqZvz1
— INAHmx (@INAHmx) 30 de agosto de 2018
El propietario afirmó haberlo recibido como herencia de su abuelo, en 1964, sin embargo, pasó a manos de Sáenz quien a su vez lo presto al arqueólogo y antropólogo Michael Coe, este lo llevó a Nueva York, al Club Grolier, de allí provino su primer nombre, y ya en 1974 lo entregó al MNA, para que se le realizaran estudios y, en caso de comprobarse su autenticidad, donarlo al acervo cultural del país.
Para el titular del INAH, Diego Prieto, el valor cultural del códice se incrementa pues «se trata de los pocos códices prehispánicos que hay en el mundo y uno de los pocos códices mexicanos que hay en este país». Con este, señaló la investigadora del INAH, Sofía Sánchez del Campo, se «aporta una nueva lectura del contenido iconográfico ritual» además de fechas rituales y la originalidad del estilo en el códice: no se trata de « una reproducción elaborada con base en otros manuscritos». Cabe recordar que una de las razones por las que se le consideraba como apócrifo fue que no tenía similitud de elaboración con los otros tres códices reconocidos como auténticos.
Para acercar al público con el único códice de la cultura Maya en tierras mexicanas, el INAH anunció que el próximo 27 de septiembre comenzará la exposición El Códice Maya de México, la cual se llevará a cabo en el marco de la XXIX Feria Internacional del Libro de Antropología e Historia.
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