La reglamentación para el cultivo y consumo de cannabis mantiene un mando de incógnita y todavía se balancea en los vaivenes políticos de las administraciones en turno, pese a registrar un recorrido en el continente americano. En México fue la despenalización de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) quien dio el banderazo para el uso medicinal y recreativo. Algo diferente ocurrió en Argentina cuando el Congreso aprobó el “Uso Medicinal de la Planta de Cannabis y sus derivados” mediante ley 27,350 en 2017.
Pese a la hermandad entre los pueblos latinoamericanos, hay contrastes en la reglamentación del cannabis y cada país avanza a su propio ritmo, en medio de coyunturas propias, ya sean culturales, de estigma o políticas. El paso que dio Argentina está alineado con la forma en que inició Uruguay, nación pionera en América Latina en autorizar el uso del cannabis. En México aún no trascendió más de una administración y todo ocurrió entre pandemia de Covid-19 y bajo el mando de Andrés Manuel López Obrador (AMLO).
Argentina implementó el Registro Nacional de Personas autorizadas al cultivo controlado con fines medicinales y/o terapéuticos (Reprocann) en 2022, mientras en México, la SCJN exige a la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) otorgar el permiso vía un amparo a cada persona interesada en el consumo y autocultivo. La Cofepris es la autoridad homóloga a la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) y ambas instituciones dependen del Poder Ejecutivo.
Para el país sudamericano, hay autorización desde junio de 2022 para comercializar semillas y/o esquejes (plantines) de cannabis del tipo sativa L. En mayo de 2023, el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), mismo que depende Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación aprobó dos variedades de semillas para su comercialización: Pachamama y Malvina, de la empresa Puerto Madryn Whale Leaf Farm. El Conicet es una institución homóloga al órgano descentralizado del Gobierno mexicano Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnología (Conahcyt).
El investigador del Conicet Gegorio Bigatti declaró, fue un logro enorme haber realizado estudios científicos sin un marco regulatorio “para comenzar a responder tanto a necesidades medicinales como a oportunidades de crecimiento en la industria del país”. El Conicet aprobó cuatro variedades de semillas de origen argentino: CONICET, Ballena Franca, Mariquita y CENPAT. Estas cuatro variedades se suman a las aprobadas en mayo de 2023 Pachamama y Malvina.
México transita un camino muy distinto, en medio de campañas electorales anticipadas rumbo a las elecciones 2024. Durante los primeros años del Gobierno de AMLO, Olga Sánchez Cordero, exsecretaria de Gobernación y también quién fue ministra de la SCJN, promovió el debate para regular el cannabis en México, pero quedó frenado y el ambiente electoral pausó la atmósfera como en una película de Harry Potter. La empresa Xebra Brands obtuvo el permiso de Cofepris vía un amparo para cultivar cannabis en México, pero al no existir semillas de cannabis mexicanas debe importar de bancos de semillas extranjeras. Así es el contraste entre México y Argentina en regulación, cultivo y bancos de semillas de cannabis, pese a que las administraciones de Alberto Fernández y AMLO comparten la filosofía socialista y populista.