De acuerdo con informes del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) y del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), el empleo informal en México se encuentra a la alza, ya que, en lo que va del sexenio, seis de cada 10 personas se desempeñan en trabajos que cuentan con un salario precario y no fijo, además de carecer de una institución que le provea de protección social.
El informe también revela que aunque se han creado 2 millones 700 mil empleos formales en lo que va del sexenio, en el primer trimestre del año, el número de personas que se desempeñan en la economía informal alcanzó los 27 millones 900 mil personas. De esta manera, 57.2 por ciento de las 51 millones 859 mil 895 personas ocupadas se mantienen en la economía informal.
Ante esto, el Programa de Promoción de la Formalización en América Latina y el Caribe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), instó al gobierno mexicano a llevar a cabo estrategias para la promoción y generación de empleos formales que permitan a la población que se encuentra en la informalidad, adquirir condiciones que permitan revertir esta situación.
Por otro lado, los informes oficiales indican el país se encuentra frente a una precarización de salarios, pues alrededor de 2 millones 700 mil trabajadores perciben 12 mil pesos o más y, aproximadamente, 14 millones 300 mil personas ganaron entre uno y dos salarios mínimos, lo que significa ingresos que oscilan entre 2 mil 400 y 4 mil 800 pesos mensuales.
El empleo informal, de acuerdo con las leyes de trabajo, incluye categorías como: el trabajo no protegido en la actividad agropecuaria, el servicio doméstico remunerado de los hogares, así como los trabajadores subordinados que, aunque trabajan para unidades económicas formales, lo hacen bajo modalidades en las que se elude el registro ante la seguridad social.
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