Los mandatarios terminaron antes de tiempo su reunión; no dieron mensaje conjunto.
Trump dio un mensaje a medios en el que detalló que la ruptura se dio debido a que Corea solicitaba el cese de sanciones impuestas por EUA.
Varios especialistas habían alertado en torno al peligro de que la segunda cumbre para la desnuclearización de Corea del Norte culminara sin acuerdos, hecho que se consumó en el segundo día de reuniones entre Donald Trump y Kim Jong un. La alarma siempre giró en torno a la carente experiencia del presidente de Estados Unidos y según medios locales, fue esta situación lo que rompió con las negociaciones.
La ruptura tan abrupta en el diálogo se dio, según explicó Trump en conferencia de prensa, debido a que Pyongyang solicitó el retiro de todas las sanciones que el Gobierno estadounidense les ha impuesto, hecho que desagradó la parte estadounidense y ambos se retiraron antes de lo previsto a sus respectivos hoteles, sin que se diera un mensaje medios.
En su traslado a su hotel, Trump dijo a la prensa que «A veces hay que irse, y esta es una de esas veces (…) Básicamente ellos querían el levantamiento de todas las sanciones y nosotros no podíamos hacerlo». A pesar de ello, se vio optimista en los avances concretados antes y durante la cumbre y acotó: «Prefiero hacerlo bien que hacerlo rápido».
La Casa Blanca definió la reunión como «muy buena» y «constructiva», y se dijo confiada en torno a futuras reuniones. Sobre las temáticas que ambos mandatarios abordaron, la portavoz Sarah Sanders explicó que «conversaron sobre varias formas de impulsar la desnuclearización, y sobre conceptos basados en la economía».
La agenda de ambas partes contemplaba la firma de un documento en el que ambos líderes concretaran acuerdos encaminados a la paz. Pese a ello, los funcionarios estadounidenses se mostraron optimistas, «Estamos más cerca de donde estábamos hace tres meses. Hubo progreso pero no pudimos completar el camino. Es un problema muy complejo, pero es algo que va a tomar tiempo», dijo Mike Pompeo.
Por su parte, el líder norcoreano se vio más suelto con la prensa y de hecho, respondió a la pregunta de un periodista quien le preguntó si estaría dispuesto de eliminar sus armas nucleares, a lo que respondió: «Si no lo estuviera, no estaría aquí». En torno a la normalización de la relación entre ambos países, Kim también se vio optimista al respecto y tildó como aceptable la posibilidad de abrir oficinas de intereses en ambas naciones.
Para los miembros de organizaciones en pro de la paz, esta cumbre sin acuerdos representa un fracaso importante; para los leales al presidente Trump, significó una victoria al no ceder a las solicitudes impuestas desde fuera.
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