Con el programa de «Libertad Anticipada», un total de 325 reos han quedado en libertad antes de cumplir su condena, mediante el cual buscan su reinserción social con el uso de un brazalete, informó Luis Arias Gonzales, director general de Prevención y Readaptación Social del Estado de México.

Los reclusos, que han infringido delitos menores, se han visto beneficiados con este programa, gracias a la nueva Ley Nacional de Ejecución de Sanciones Penales, que promueve sanciones no privativas de la libertad, para que puedan continuar su readaptación en la sociedad.

«En términos generales, las características que se exigen es que sean primo delincuentes, que tengan un núcleo laboral, un núcleo familiar y que hayan cumplido tres cuartas partes de la pena», explicó.

Actualmente, de este universo, cerca de 154 brazaletes han sido implementados en igual número de reos que se encuentran en libertad, pues lograron cumplir con todos los requisitos que marca la ley y continúan monitoreados desde los centros policiales.

Añadió que, con este programa, el porcentaje de reincidencia delictiva de los presos en el Estado de México se ha reducido en 14 por ciento, respecto al 70 por ciento de reincidencia que prevalece a nivel mundial.

En la entidad, alrededor de 26 mil personas han sido privadas de su libertad por diversos delitos y han sido ingresadas a un centro preventivo del Estado de México, donde se registra un 15 por ciento de sobrepoblación.

El año pasado, el gobernador Eruviel Ávila Villegas inauguró tres centros preventivos en la entidad, con el fin de disminuir la sobrepoblación carcelaria en la entidad. Uno en Nezahuacóyotl; otro especial de tipo psicosocial, en Tenango del Valle, y próximamente se entregará el Penal de Tenancingo.

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