Tras la mortífera explosión en el puerto de Beirut, el Parlamento de Líbano aprobó el estado de emergencia. Tras el accidente, en el país se han presentado diversas manifestaciones por parte de los ciudadanos, quienes han soportado una gran corrupción por parte de su gobierno desde hace años.
El gobierno declaró el estado de emergencia por dos semanas, aunque no está claro si dicha medida entró en vigor a partir del jueves 13 de agosto, o desde el 5 de agosto, un día después de que ocurrió la explosión que dejó 171 muertos y más de 6 mil 500 heridos.
La ira de los libaneses creció tras saberse que diversos funcionarios estaban al tanto de la carga explosiva e ilegal que causó la explosión. Hasta donde se sabe, el barco que contenía el nitrato de amonio estaba varado en el puerto desde hace seis años.
A esto se suma la constante corrupción y la crisis económica actual en Líbano. Apenas en otoño de 2019 se dieron una serie de protestas contra la clase política.
Por su parte, David Hale, miembro de la diplomacia estadounidense en Líbano, anunció que el FBI trabajará con los investigadores libaneses e internacionales para aclarar las causas de la explosión.
«Quiero anunciar que el FBI va a unirse muy pronto a los investigadores libaneses y extranjeros, tras recibir una invitación de Líbano», informó.
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