En Guaymas, Sonora, el ecosistema de la playa San Francisco, en San Carlos Nuevo Guaymas, ha sufrido un severo daño, al dividir literalmente una de sus dunas en dos partes, pese al impacto mortal en la flora y la fauna del lugar, ya que incluso el concesionario dice tener autorización desde el 2004, por parte de la Profepa.
Una inmensa palapa en construcción con una cuadrilla de por lo menos una docena de hombres que laboran a metros de la orilla de la playa San Francisco, postrados todo el día encima de una de las dunas naturales de este atractivo turístico, es la que recibe diariamente desde el pasado fin de semana a personas que visitan San Carlos Nuevo Guaymas.
Guillermo Nápoles concesionario de un área privada en dicha playa, ordenó quitar aproximadamente 400 metros cuadrados de la duna, para utilizarlo como estacionamiento para sus futuros clientes, según el encargado de la obra y equipo de seguridad.
Estos últimos, bajo palabras altisonantes y amenazas directas hacia dos representantes de medios de comunicación, solicitaron que se dejara de tomar fotografías a la obra de la palapa y a la destrucción que sufrió dicha duna.
En marzo de 2016, la Profepa en Sonora giró una notificación de sanción para el ayuntamiento de Guaymas, por la destrucción de una duna en la misma playa, debido a los «trabajos» con maquinaria pesada que se realizaban para llevar a cabo un tour internacional de volibol playero en ese año.
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