Ofrenda homenaje a Sergio Pitol llegará a París
Celebra UNESCO a festividad mexicana tras 15 de considerarla patrimonio de la humanidad.
A propósito de las fechas, la celebración del Día de Muertos, una de las tradiciones más emblemáticas y coloridas de la cultura mexicana, llegará hasta las instalaciones de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), con sede en París.
Con motivo del 15 aniversario desde que la UNESCO declaró la Festividad Indígena Dedicada a los Muertos en México como una Obra Maestra del Patrimonio Cultural Oral e Inmaterial de la Humanidad, se instaló una ofrenda en el vestíbulo de la organización, la cual estará presente hasta el 31 de octubre.
Se trata de la ofrenda El último viaje, con un homenaje incluido al escritor mexicano Sergio Pitol, en la que se encontrarán elementos representativos del intercambio cultural entre los antiguos mexicanos y su encuentro con los españoles: copal, incienso, velas, frutas, cempasúchil, flores, pan de muerto, tamales, atole, frijoles, arroz y papel picado, son solo algunos de los elementos presentes.
De acuerdo a la coordinadora de Arte Popular de la Dirección General de Culturas Populares, Indígenas y Urbanas, Amparo Rincón Pérez, la implementación de la ofrenda en las instalaciones de la UNESCO se debió a la invitación que la organización hizo directamente a México, a través de la Secretaría de cultura.
Rincón Pérez recordó que se trata de una «tradición ancestral de gran dinamismo (la cual) está sujeta a diversas transformaciones», depende de quién la festeje y la manera en la cual le hayan transmitido dicha costumbre, generalmente de generación en generación.
La ofrenda consta de tres niveles, donde se representan los planos dominantes en la cultura mexicana: subterráneo, terrenal y aéreo, mismos que son explicados al público asistente. En ejemplo del plano terrenal es la utilización de un petate, elemento prehispánico relacionado con los ciclos agrícolas, pero que también tenía una función primordial al momento de encarar la muerte, pues se envolvía a los muertos en él y se enterraba «para provocar una descomposición más rápida y que la tierra brindara nuevos frutos», señaló la coordinadora de Arte Popular.
Así, la muerte como celebración y el comienzo de un ciclo engalanará a una de las ciudades más importantes del mundo, desde donde el colorido y alegría de la cultura mexicana traspasará fronteras y conquistará al público europeo.
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