Los legisladores aprobaron las reformas constitucionales que eliminan privilegios de funcionarios.
Además, los diputados de sonora decretaron desaparecer el fuero y los fondos legislativos discrecionales.
Con 27 votos a favor, tres en contra y tres ausencias, los diputados de la 61 Legislatura aprobaron a puerta cerrada diversas reformas a la Constitución Política de Sonora, en las cuales destacan otorgar figura al veto, que da la facultad a los jefes de Estado para oponerse a una ley o decreto.
El veto original no fue aprobada como se proponía en un inicio, entre las modificaciones destaca la capacidad del Ejecutivo de autorizar la reasignación de recursos contemplados en los presupuestos de Egresos e Ingresos.
También, los diputados locales pusieron candados para que los próximos legisladores, de mayoría morenistas, no puedan modificar la Constitución, pues aunque haya mayoría calificada requerirán que en lugar de la mitad más uno de los municipios sean dos tercios de las 72 localidades del estado las que den su aval a las reformas del legislativo.
Debido a lo anterior, Morena reprobó el «golpe legislativo», pues afirmaron que los legisladores salientes aprobaron el dictamen al vapor, de espaldas a la gente, sin haberlo consultado ni consensuado con la opinión pública y con los especialistas.
Cabe mencionar que las modificaciones a la Carta Magna de Sonora provocaron que decenas de personas inconformes con dichas aprobaciones, por lo que se mantuvieran en los alrededores del Congreso local.
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