Doctor Who regresa como un personaje femenino.
En tiempos de inclusión, el nuevo Doctor Who se regenerará en el cuerpo de la actriz Jodie Whittaker
Desde su debut en 1963, Doctor Who se ha vuelto un clásico de la cultura británica y de la TV internacional. Este programa tiene la tradición de que cada cierto tiempo, el papel del protagonista es interpretado por un nuevo actor cada vez que la encarnación anterior «muere» en una de sus aventuras. Esta idea surgió en 1966, cuando la salud de William Hartnell, el primer Doctor, decayó y hubo que buscar un reemplazo para dar continuidad a la serie.
Fue así como los guionistas de la misma inventaron que los Señores del Tiempo, la raza a la que pertenece el personaje, pudieran realizar un proceso llamado regeneración, una técnica mediante la cual el Doctor cambia de cuerpo e inclusive de emociones.
Sin embargo, en esta ocasión, en vez de seguir con la fórmula tradicional de que el rol principal lo ocupe un hombre, será una mujer la elegida para tal honor: la actirz Jodie Whittaker, vieja conocida del nuevo productor de la serie, Chris Chibnall.
El hecho de que el nuevo Doctor Who sea interpretado por una mujer es un síntoma claro de cómo la TV, cada cierto tiempo, se ajusta a los cambios socioculturales que ocurren a través del tiempo, ya que las nuevas formas de consumo audiovisual se han más vuelto incluyentes y ahora se puede ver por ejemplo, a personajes femeninos ocupar los lugares protagónicos en diferentes ámbitos culturales, como en el cine, justo como el caso de la película de la Mujer Maravilla, primer personaje femenino principal de comic en recibir su adaptación cinematográfica.
A pesar de que el mundo se ha sorprendido con la noticia, la inclusión ha sido un tema muy presente en la serie ya que se han visto parejas del mismo sexo, personajes pansexuales, otros con alguna discapacidad e incluso, relaciones entre humanos y animales y otras formas de vida. Como una serie que conoce su influencia cultural en un mundo en el que las series de TV han rivalizado incluso con la capacidad de convocatoria del cine, Doctor Who siempre ha navegado con la bandera de la inclusión no por la necesidad de ser políticamente correctos, sino por las mismas necesidades de un guión en el que un aventurero viaja por el tiempo y el espacio acompañado de humanos y conociendo distintas formas de vida y de pensamiento.
Incluso, hace dos temporadas la serie abordó el terrorismo en los capítulos La invasión Zygon/La inversión Zygon no desde una perspectiva típica de una serie de acción, sino desde una perspectiva exploratoria que se sumergía en la mente de los terroristas tratando de explicar por qué hacen lo que hacen; y a pesar de que la organización terrorista es de origen extraterrestre, el guiño al conflicto del Estado Islámico con occidente es imposible de ignorar. Al final del último capítulo de esta historia, el Doctor, en un emotivo discurso, les explica a las partes en conflicto que no importa quién empiece la guerra, al final perderán todos.
En conclusión, la TV no sólo está lista para que uno de sus personajes más icónicos sea interpretado por una mujer, sino que está lista desde hace mucho para brindar a otros sectores discriminados por la sociedad, el derecho a ser representados en historias que ya no sean dirigidas a un público homogéneo, sino a uno diverso que a través de los medios de comunicación, se construye a sí mismo como partícipe del mundo que le rodea y no como una víctima en espera de ser rescatado por el héroe en cuestión, cuya descripción física siempre se adhiere a los cánones de belleza dominantes.
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