A petición del presidente de El Salvador, Nayib Bukele, el Congreso de ese país aprobó una reforma penal para castigar con entre 10 y hasta 15 años de prisión la difusión de mensajes de pandillas en medios de comunicación.
La reforma aplica a quienes “reproduzcan y transmitan mensajes o comunicados originados o presuntamente originados por dichos grupos delincuenciales que pudieran generar zozobra y pánico a la población en general”.
Sobre esto, la diputada del partido oficialista Nuevas Ideas, Marcela Pineda, señaló que con esto no se busca “coartar la libertad de expresión”, sino obligar a “ser responsables en los mensajes que se difunden a la población”.
La medida también incluye a quienes “marquen” sus territorios con siglas, una práctica que los pandilleros usan para amedentrar y amenazar de muerte a quienes los denuncian ante las autoridades.
“Cuando los alemanes querían erradicar el nazismo, prohibieron por ley toda la simbología Nazi, así como los mensajes, apologías y todo lo que fuera dirigido a promocionar el nazismo (…) Ahora nosotros haremos eso con las pandillas”, justificó Bukele en su cuenta de Twitter.
El Salvador registró 87 homicidios del 25 al 27 de marzo de este año, crímenes que el gobierno atribuye a las pandillas Mara Salvatrucha (MS-13) y Barrio 18 que, entre otras, tienen unos 70 mil miembros en El Salvador.
A raíz de esto, Bukele ha tomado medidas drásticas como el arresto de unos 6 mil pandilleros en sólo 10 días, además de disminuir cada vez más las raciones de comida para los pandilleros encarcelados y aumentar las penas de cárcel para ellos.
Aunque sus medidas han sido criticadas por aquellos que aseguran que se trata de una violación a los derechos humanos, una gran cantidad de gente tanto de su país como fuera de éste se encuentra de acuerdo con los castigos impuestos.
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