El Sistema Nacional Anticorrupción no autorizó una dirección general de comunicación social.
Pese a que en el proyecto original se tenía contemplada la dirección de comunicación, el SNA prefirió quedarse «sin voz».
Por decreto, el Sistema Nacional Anticorrupción (SNA), se ha quedado «sin voz», ya que no se autorizó una dirección general de comunicación social. De igual manera, no se aprobó contar con una dirección de desarrollo tecnológico, pese a la obligación de desarrollar una plataforma digital.
Lo anterior pese a que el 21 de julio, el Diario Oficial de la Federación publicó la estructura administrativa del SNA, en el cual la dirección de comunicación social no aparece en la lista, aunque en el proyecto original presentado por el Comité de Participación Ciudadana.
Debido a esto, el nuevo sistema se queda sin el mecanismo propio para dar a conocer el trabajo que realice y no tendrá una estructura para diseñar la difusión de la estrategia nacional anticorrupción.
Por ello, puede generarse una dinámica viciada de origen, si el sistema detecta corrupción en las diversas instituciones que conforman el Comité Coordinador y no pueda informarlo.
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