La michoacana Elpidia Carrillo fue homenajeada en el festival Feratum 2017.
Elpidia Carrillo es una mujer de sangre michoacana quien comenzó a actuar en México desde niña; sin embargo, su éxito a sido mayor en Hollywood, llegando a aparecer en cintas de gran importancia, como lo es «Depredador».
Elpidia Carrillo es una actriz orgullosamente michoacana que ha demostrado que cuando se lucha por los sueños y se tiene una meta clara en la vida, no hay obstáculo que se interponga para cumplirlos. Muestra de ello es su longeva carrea actoral y su gran talento que, si bien fue descubierto en México, la ha catapultado a Hollywood.
Sin embargo, afirma que esto no ha sido fácil, pero también asegura que el hecho de ser michoacana la ha ayudado mucho, pues proviene de una tierra mágica que tiene artistas por naturaleza:
«No estudiaba actuación, uno nunca sabe que va a ser una estrella de cine en Hollywood, pero sí sabía que el arte significaba mucho para mí. Recordemos que Michoacán siempre ha sido un lugar muy cultural, venimos de una raza donde hay mucha cultura y aquí todos somos artistas; yo soy uno de ellos, pero tuve la osadía de salir de mi pueblito e ir al extranjero a explorar; eso se lo recomiendo a todos».
De igual forma, comenta que fue gracias a esta osadía que su carrera despegó fuera de México, pues si bien está orgullosa de su pueblo y del trabajo que se realiza en Michoacán, ella apuntaba más alto desde que era niña, pues tenía una meta clara en la vida y esa era obtener un trabajo fuera del país:
«Mi carrera no ha sido un golpe de suerte ni casualidad, pues yo he luchado por mis logros; salí de mi pueblo a los 10 años con la intención de superarme; cuando me fui a Estados Unidos yo iba con una meta: conseguir trabajo».
Sin embargo, afirma que si bien es una persona que ama el campo y que de cierta forma necesita sentir a diario la tierra –lo cual consigue ya sea sembrando o regando diversas plantas todos los días- también dice estar segura que si se quedaba en Michoacán el único empleo que habría conseguido sería en el campo, cosechando, lo cual no le habría molestado, pero desde un principio asegura que ella sabía que su vocación estaba en otro lado.
De igual forma, comenta que si bien en un principio no le fue difícil encontrar trabajo en EU al haber llegado ya con un contrato firmado por Universal Studios, después comenzó a enfrentarse a obstáculos de la industria cinematográfica por el hecho de ser mexicana, aunque aclara que sus compañeros actores y directores siempre la apoyaron.
No obstante, afirma que el principal reto que le presentó la industria del cine fue el hecho de que, para ésta, toda Latinoamérica está representada por los mexicanos:
«Ellos tienen una visión muy especial de lo que somos los latinos, especialmente los mexicanos. Para ellos toda Latinoamérica son mexicanos, no hay diferencia; no se toman el tiempo de conocer nuestra cultura aunque todo el tiempo estén hablando de nosotros. Eso es muy difícil como mexicano porque no tienen nuestro orgullo ni nuestra cultura. No te toman en cuenta, eso afecta en el hecho de que muchas veces no se refleja lo que es uno, lo que es ser mexicano».
Debido a esto, Carrillo comenta que sin importar el papel que interprete, cuando algo no le parece sobre la identidad del mexicano trata de acercarse y hablar con los guionistas o directores para cambiar ciertos elementos, aunque a veces no lo consiga. En consecuencia a esto, afirma que ahora está trabajando por su cuenta para poder producir otras cosas, mencionando que su proyecto ideal sería una obra que hable sobre la frontera con Estados Unidos.
«Yo como Elpidia Carrilo, como una mexicana, michoacana, como una artista, necesito urgentemente hablar sobre el problema migratoria; necesito urgentemente decirle a mi pueblo que tenemos que protestar, a tener arte sin fronteras.»
Asimismo, aunque Elpidia ha conseguido tener una carrera en EU, afirma que no se considera un ejemplo a seguir, pues eso sería algo muy egoísta de su parte. Sin embargo, asegura que independientemente del papel y personaje que ella interprete, sabe que va a tocar a alguien y siempre habrá quien se sienta identificado con su actuación.
«Alguien se va a sentir identificado con mi personaje, porque cuando yo trabajo doy absolutamente todo, y soy una persona sumamente sensible, no porque haya estudiado actuación, sino porque vengo de tierra michoacana».
No obstante, también afirma que como todo mundo ha cometido errores, pero está consiente que tampoco se puede tomar por errores el no realizar cintas que ella no deseaba hacer al tratar temas con los cuales no se siente cómoda:
«A lo mejor hacer “Depredador” (1987) no fue mi mejor decisión; tal vez yo me hubiera querido dedicar a hacer únicamente películas de arte, dos o tres al año, pero no he podido lograrlo. Hay muchas cosas que se escriben en Hollywood y simple y sencillamente no lo puedo hacer porque son completamente racistas y denigrantes, y soy alguien que también debe pagar su renta, pero soy justa y bondadosa».
Finalmente, Elpidia Carrillo aconseja a todos aquellos aspirantes a dedicarse al cine que no se esperen a estudiar el séptimo arte, sino que simple y sencillamente comiencen a realizar sus propios trabajos:
«Si alguien tiene una historia que contar, que la cuente, que agarre su teléfono y grabe; si alguien quiere escribir o tomar fotografías, hágalo, no nos esperemos a que alguien nos diga que lo hagamos. Todos tenemos una historia que contar, todos podemos ser artistas, sólo tenemos que atrevernos a hacerlo sin importar las críticas».
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