Emmanuel Macron, presidente de Francia, presentó una ley para reformar la vida política mientras enfrenta su primera gran polémica, un caso de posible nepotismo que afecta a uno de sus ministros.
La divulgación de la «moralización de la vida pública», el primer proyecto de ley de Macron, fue opacada por el caso que afecta a Richard Ferrand, su ministro de Cohesión Territorial.
A pesar de que, en un principio había declinado por no ver motivos, la Fiscalía de Brest anunció ayer una investigación preliminar contra Ferrand por sospechas de nepotismo en un asunto inmobiliario de 2011 en el que su pareja se podría haber beneficiado.
También se investiga un contrato a su hijo que trabajó varios meses como su asistente Parlamentario.
A través de leyes ordinarias u orgánicas, más sencillas de poner en marcha, se luchará contra el conflicto de interés de los políticos para acabar con la atribución de empleos a familiares por parte de cargos públicos.
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