En primer día de cumbre, ambos se dicen optimistas por alcanzar acuerdos.
Hace 8 meses se reunieron en Singapur sin que se alcanzaran grandes acuerdos en torno a la desnuclearización de Corea del Norte.
La segunda cumbre entre el líder norcoreano Kim Jong un y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump dio inicio con la ciudad de Hanói, Vietnam como sede. A ocho meses de la primera reunión celebrada entre ambos luego de varias amenazas, hicieron ver que la prioridad es la búsqueda de la paz mediante la desnuclearización.
Ambos se presentaron en la sala de prensa adornada con 12 banderas, ―seis de cada país―. Trump entró por la izquierda y Kim por la derecha, al encontrarse se dieron un apretón de manos y oficialmente la cumbre había dado inicio.
Los dos manifestaron su optimismo para alcanzar acuerdos que logren la pacificación. Mientras Trump sonreía, Kim lucía un poco más nervioso y serio. Ante la llegada de las traductoras para dar poderse comunicar, el norcoreano cambió su actitud y dijo: «Estoy seguro de que esta vez habrá grandes resultados que serán bien recibidos por todos (…) haré lo mejor que pueda para que ocurra». Por su parte, Trump prometió que los resultados «serán un éxito».
Antes de acudir a una sala para platicar en privado, Trump, emisario ante la amenaza que representa el régimen de Kim Jong Un, reiteró acerca de lo prudente que sería que Corea del Norte prescinda de su armamento y, en contra parte, optar por el desarrollo económico, «tienen un potencial tremendo, increíble, ilimitado (…) estoy deseoso de ver cómo ocurre y de ayudar a que ocurra». Kim respondió que para lograr la celebración de esta segunda cumbre, fue necesario superar muchos obstáculos.
Cabe mencionar que tras la primera reunión oficial que sostuvieron hace ocho meses, pocos han sido los avances reales hacia la denuclearización, hecho que conlleva el abandono a las armas por parte del país asiático; sin embargo Corea del Norte también tiene intereses en el rubro y se resume en su intención porque Estados Unidos deje el paraguas nuclear que protege a Corea del Sur y que por ende, representa una amenaza para ellos.
Especialistas han alertado que a pesar del poderío de Trump y Estados Unidos, es débil en sus planteamientos y temen que otorgue concesiones que resulten costosas para el resto del mundo. El mandatario estadounidense, por su parte, ha manifestado que no hay prisa por convencer a Corea del Norte de dejar su arsenal, siempre y cuando las hostilidades no regresen y no se disparen misiles.
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