EN MÉXICO SE PROHÍBE LA VENTA DE AGUA, PERO EN SONORA ABUNDAN LOS PROYECTOS DE DESALINIZACIÓN Foto: MéxicoNewsNetwork

De acuerdo con el artículo académico «Desalinización y seguridad del agua en la frontera Estados Unidos-México», publicado en 2016, hay al menos dos proyectos que planean exportar agua a través de ductos transfronterizos, esto, luego de que empresas transnacionales se instalaran en el noroeste de México, la única región del país con dos mares y frontera.

Los gobiernos de Baja California y Sonora tienen en sus planes seis proyectos de plantas desalinizadoras, y al menos una ya negocia con dependencias de Estados Unidos para vender agua, bajo el esquema de asociación público-privado (APP), donde invierten Estado y particulares.

Sin embargo, en México las leyes no permiten la venta de agua, y en Estados Unidos los tratados sólo hablan de compartir el recurso natural con México. Sin embargo, en épocas donde la sequía afecta a ambos países, en donde las normas no están desarrolladas, los impactos ecológicos poco importan a México, por lo que el proceso se aceleró.

De acuerdo con el reporte, publicado en «Newsweek en Español», Claudia Pavlovich, la gobernadora de Sonora, en marzo al Congreso local la construcción de una desalinizadora en el municipio de Empalme, presupuestada en 704 millones de pesos y que se licitará también en la modalidad de APP.

Sin embargo, ante las tres iniciativas de plantas desalinizadoras propuestas para el estado, la más polémica se encuentra en planeación para instalarse en Puerto Peñasco, Alto Golfo de California, único lugar del mundo donde habita la vaquita marina, hoy a punto de desaparecer. Es justamente esta planta, la que se planea para exportar agua a Arizona a través de un ducto transfronterizo, con todo y los impactos ambientales que dejaría en México.

Así mismo, se ha hincapié en que dichas desalinizadoras usan muchísima energía, y por lo tanto el agua es carísima. Las aproximaciones blandas resuelven necesidades actuales como sistemas de reúso, ahorro, atención de fugas y mejorar los modelos de cobro del servicio del agua.

Pero los gobiernos involucrados en esta problemática binacional priorizan la inversión en plantas desalinizadoras y ductos transfronterizos. Y le apuestan más al conocimiento de trasnacionales como ahora sucede en la planta de Rosarito.

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