EN EL TEMPLO MAYOR, TENOCHTITLAN SE PINTA DE COLORES . FOTO: HOY NOVEDADES

Por: Edgardo Velázquez López

Seguramente cuando vas a un museo imaginas encontrarte con esculturas en una gama de colores grises, rosados y violáceos; sin embargo, no siempre fueron así, ¿te gustaría ver cuál fue su color original en su tiempo de mayor esplendor?

Para brindar una visión preciosa y rigurosa, de cómo lucía la colorida capital de la Triple Alianza en la época prehispánica, con los templos gemelos de Tláloc y Huitzilopochtli dominando el horizonte de la ciudad-isla en azul y rojo, el Instituto Nacional de Antropología e Historia inauguró la exposición temporal «Nuestra Sangre, nuestro color: La escultura polícroma de Tenochtitlán».

La exhibición, que estará abierta al público del 19 de mayo al 20 de agosto en el Museo del Templo Mayor, se centra en la civilización mexica y está integrada por 28 obras maestras de la escultura polícroma de dicho museo.

Como una exquisita muestra del aspecto original de las esculturas, capaz de envolver al visitante en el significado y las sensaciones que, de 1440 a 1502, produjo cada color en ellas, la exposición presenta los imponentes monolitos de Tlaltecuhtli y la Coyolxauhqui, el Chac Mool, un guerrero estelar y dos monumentales cabezas de serpiente, además del cráneo de un guerrero sacrificado, decorado por los mexicas para representar a Mictlantecutli, dios de la muerte.

HOY NOVEDADES/CULTURA