El Pentágono autorizó un nuevo despliegue, aunque no se especificó la cantidad de efectivos.
El año pasado, Trump autorizó el despliegue de más de 5 mil efectivos a la frontera; permanecen en activo casi 2 500.
El año ha iniciado con varios hechos que enmarcan la urgencia por parte del gobierno de Donald Trump para alzar un muro fronterizo que marque un alto a la entrada de migrantes centroamericanos que llegan a las orillas del Río Bravo con el objetivo de enrolarse en la dinámica estadounidense y así, mejorar su calidad de vida.
Desde el pasado mes de octubre Trump ordenó que más de 5 mil militares viajaran a la frontera con México para frenar las caravanas migrantes que partieron días antes de Honduras principalmente. La necesidad por conseguir el financiamiento para este muro lo llevaron a cerrar las actividades de su Gobierno, condicionando su apertura a la aceptación por parte de los Republicanos para otorgar recursos al muro.
La semana pasado, Trump se doblegó no sin antes amenazar con volver a cerrar el gobierno, mientras tanto, una nueva caravana partió de Centroamérica rumbo a la frontera con México. Ahora que los migrantes han llegado a la capital del país, el Departamento de Defensa de los Estados Unidos ha decidido enviar soldados adicionales a la frontera con México sin que la cifra de efectivos sea precisa.
El titular de dicho departamento, Pat Shanahan ha dicho que la tarea de estos miles de elementos será instalar barreras de alambre adicionales y aumentar la vigilancia de las zonas por las que suele haber flujo migratorio tanto legal como ilegal. Según los proyectos enunciados, se espera la instalación de 240 kilómetros de alambre de púas.
El Pentágono ya ha aprobado esta decisión y se espera que este nuevo despliegue permanezca en la frontera con México hasta finales de septiembre. La cantidad de efectivos, se ha dicho, dependerá las necesidades de las zonas. Aunque miembros del Congreso estadounidense instaron a los encargados de estas maniobras a describir el despliegue, así como las misiones que se ven alteradas por el mismo.
«¿Qué impacto tendrá en la presteza enviar a varios miles de soldados a la frontera sur? Interrumpe su entrenamiento. Interrumpe su tiempo entre despliegues», cuestionó Adam Smith. A ello, el vicealmirante desestimó que la presteza militar afecte significativamente otras operaciones. Empero, informó que se intenta rotar a los elementos en servicio por algunas semanas.
Así mismo, indicó que el costo por el despliegue de personal a la zona fronteriza este mes fue 132 millones de dólares, mientras que el costo del año pasado fue de 103 millones. Se espera que el total destinado para este fin en todo el año ascienda a 308 mdd.
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